¿QUE SON LAS POLÍTICAS CULTURALES PÚBLICAS?






“la civilización recibe su alma de la cultura” (1)

Cultura es una amplia palabra que engloba mucho ¿Qué entendemos vulgarmente por ella?, ¿la definición de cultura es la misma ayer que hoy?, En una comunidad ¿Todos la realizan, la viven, la “sienten”, o solo algunos?, si te pregunto o te digo que hables sobre cultura ¿Qué términos, instituciones, actividades o personas se te ocurren al instante? (2)IMPORTANTE PUNTO A ACLARAR-

¿La cultura sirve?¿Hay personas cultas e incultas?, En la terminología vulgar se dice que cultura es todo lo hecho por la mano-razón del hombre. Pregunto: ¿Esas mismas manos-razón solo construyen o también pueden destruir (en todos los sentidos, material y espiritual)?De acuerdo a esto, el que maneje-fomente culturas públicas ¿tendrá que desempeñarse responsablemente y tener una actitud de cuidado y escucha para con la sociedad o no? ¿En una república como la nuestra y dentro de esta llevándola a la comunidad, al pueblo a la ciudad: ¿Quién es o quiénes son los responsables públicos de que la cultura (en base a lo que se cree de ella) debe/n dirigirla, mantenerla, fomentarla, promocionarla, invertir el dinero público para con ella, etc?, ¿La cultura y la política(3) deben ir juntas? ¿Las políticas culturales(4)  públicas deben ir de la mano del partidismo político? ¿La cultura se promueve o fomenta solo a través de espectáculo o hay otras maneras? Esas otras maneras  y también el espectáculo solventado por el dinero público, ¿son gastos o inversiones  para el presupuesto del ejecutivo y para el funcionario que designa dónde y cómo desembolsarlo? ¿Si son inversiones como ésta vuelve (principio de toda inversión)? ¿Tangible o intangiblemente puede “volver” a la sociedad?¿La cultura puede llegar a ser propaganda partidista? ¿La cultura es diversión, y lo que no es diversión no es cultura? ¿El lo cultural prima la cantidad por la calidad, o al contrario? ¿Cómo medimos calidad y cantidad en cultura? ¿Es justificable que se desembolse un monto abultado de dinero-tiempo del presupuesto de cultura en la organización total de los espectáculos públicos, en donde en su mayoría el dinero se va fuera (artistas “consagrados” o de renombre? o ¿Es deseable para una comunidad que el dinero público en cultura se internalice en actividades que hagan partícipe a la mayor cantidad de ciudadanos, directa o indirectamente y no como pasa a menudo, que la mayoría es espectador en un espacio fijado? ¿las políticas culturales deben comenzar a internalizarse en los hogares, en las familias, en donde estas realmente se apropien de la cultura, y la sienta propia, llevando a  fomentar y proteger en mayor medida, los valores morales-ciudadanos de una sociedad? o ¿el dinero debe fomentar otras cosas?¿esas otras cosas que pueden ser?¿pueden ser los materiales, económicos o de consumo? En definitiva: La cultura (siempre hablando en lo que usted entienda por ella)¿puede realzar o mejorar los valores morales de los ciudadanos o no? Si hablamos de cultura solo como espectáculo y entretenimiento como muchos la ven, o sea que es instantaneidad, fugaz, actor-artista (sujeto activo cultural) y espectadores (sujetos pasivos culturales), unas horas, un momento, el acto, nos divertimos….y luego volvemos a casa con lo que nos quedo de aquello, y esto, sumado a la rapidez en que vivimos, los miedos, la falta de sentido, etc, etc…. ¿Hay algún valor moral que obtendremos? Por supuesto, que algo siempre “encontraremos” o “sacaremos” como útil, pero ¿fundaríamos o basaríamos nuestra cultura al mero espectáculo (5)?
Cuando algunos hablan de cómo medir el nivel cultural de una comunidad, en cantidad o calidad, y lo enlazamos con los valores morales y con aquellos que supuestamente o vulgarmente se dice que “hacen cultura”, que son los artistas de todo tipo; por ello pregunto ¿Puede una ciudad tener muchos artistas, espectáculos, esculturas por doquier, exposiciones artísticas y ser una sociedad “mala”? Si tomo los casos  yéndome a los extremos (solo como base de ejemplo): En la París de Rovespierre,  la Berlín del Hitler y la Moscú de Stalín; podía sin dudar decirse que eran y son los centros culturales de Europa; esculturas, pinturas, monumentos, etc, las inundaban. Pero por otro lado…. Se cortaban cabezas diariamente en plena plaza pública, se exterminaba en campos a millones de personas, y se condenaba al hambre y al frío a todo una clase. Entonces, ¿podemos decir que las expresiones culturales de esas ciudades reflejaban una sociedad “buena”? Repito no quiero con esto comparar aquello al hoy, pero en la cultura de hoy ¡sabemos que no se cortan cabezas, pero si se alienan; no se extermina el cuerpo pero si el espíritu;  y no se condena al hambre y al frío a una clase, sino se condena a  ésta y a las futuras generaciones de TODAS las clases, a la cultura del mero espectáculo que solo prima entretener! (perdón por el exabrupto). Sigo:

En la democracia actual, y no hablo de una sociedad autoritaria ¿El partidismo y los funcionarios políticos degradan la cultura, la cultura degrada a los primeros, o es un 50% y 50%?
Si hoy vemos pérdida de valores, de cuidado, respeto, escucha y responsabilidad ante-y-con-los-otros, con el medio ambiente, con el mundo; ¿la consecuencia EN MAYOR PARTE puede estar atribuida al tipo de política-cultura-moral que se fomenta desde lo público? (otro tema lo privado). Si este se basa en el espectáculo y el entretenimiento CONSUM-IDO-R, propio de la sociedad hiperconsumista, en donde se realiza el acto de consumo inmaterial, paso el momento,  para luego irme, o sea quedo “IDO”, y en otro momento puedo volver al círculo vicioso sin que se genere nada de VALOR o peso existencial. ¿Se prima, en esta avidez de novedades, de esta hiper velocidad social, en ese “pasarla bien y chau… una saciedad de entretenimiento a “cualquier precio”?. Si esto es así, entonces pregunto y algo digo: ¿Qué nos sorprendemos cuando por ejemplo suceden actos ocasionales,  por supuesto totalmente desdeñables, de destrozos , ataques, pintadas, insultos, agravios, etc, etc, en el ámbito público, como actos inconcebibles en esta comunidad? ¿Los jóvenes VALORARÁN a las instituciones, al patrimonio material e histórico, a las personas, al otro; si la base de las políticas culturales existentes es el entreteniendo por el puro entretener? Aquí hago un alto, acontecimiento sociales que tienen una alta conexión con la cultura imperante; porque no puede pasar por alto  esos “estados anímicos” esos “fermentos de odiosidad” que vienen del pasado, de rememorar y retrotraernos al año 2008, aquellos momentos de la protesta del campo contra el gobierno, en donde esta comunidad llegó a declararse “con orgullo”: Capital Nacional de la protesta (tema aparte) recuerdo los acontecimientos que se llevaron a cabo de todo tipo, que todos recordamos; ¿Por qué Valores se luchaba ?  No discuto la esencia de la protesta, para nada, sino la forma, y lo que eso hasta nuestros días desencadenó y quedo arraigado o mejor dicho “marcada a fuego” en la urdimbre social de nuestra comunidad, en primacía en los jóvenes que lo heredaron forzosamente.  Hoy día esos sentimientos afloran no solo en los jóvenes, mas de ve en los adultos; los últimos acontecimientos que han sucedido en nuestra comunidad de estado público así lo demuestran, creo que de todo el país, en esta ciudad como  en ninguna otra, hay tal estado de tensión y odio; creo que algo refleja de lo que somos.
Por ello pregunto, y a sabiendas, y lo remarco nuevamente, que en lo privado hay también una problemática acuciante. ¿Qué se hace o hizo desde la función pública al área que le corresponda un estudio profundo, no sobre las culturas antiguas o del país, sino de la propia? ¿Se contrarresta esta problemática con charlas de eruditos, cursos que basan su discurso en resultados o estudios globales, nacionales o zonales? ¿O es que la problemática está mal encarada, analizada y estudiada desde su raíz? ¿Si esto es así se hará algo al respecto?
 Yo doy mi humilde opinión, puedo estar errado. Pero creo que por lo complejo y urgente del asunto, la equivocación, es un elemente acompañante en nuestro mejorar; lo que se pide, creo es responsabilidad en esta comprensión de la cultura;  no, que no nos equivoquemos; a sabiendas que los hechos de la naturaleza sí se pueden entender, pero los hechos de la cultura tienen otra lógica, y ésta es la comprensión ¿de qué? Creo que de los actos humanos,  más bien del sentido de éstos, y los sentidos que brotan de lo más subjetivo del Ser tienen una infinitud que nunca se podrá entender sino más bien comprender. La pregunta por el problema está/estuvo mal planteada desde su raíz; el objeto de estudio, la cultura, ya lo decía, tiene una intangibilidad no solo original, sino final, el medio puede materializarse (cosas a-la-mano o ante-los-ojos), pero el fundamento, la génesis espiritual, su conocimiento, su esencia  infinita, la imaginación creadora, nunca –esperemos- se podrá recortar, medir, clasificar y encuadrar como lo hicieron, y quieren llevar a cabo algunos personajes actuales, pero con mentes anacrónicas, como en antaño lo hicieron las viejas ciencias del positivismo del XIX y que a tantas catástrofes han llevado.

Por ello, humildemente propongo desde mi pensamiento, que el tema de la cultura nunca puede ser en primacía o preferentemente  analizado, debatido, tocado o estudiado desde un punto materialista u objetivista, o sea ver el mundo cultural, la sociedad cultural como una COSA, que se puede ver, tocar. Creo..y puedo equivocarme, que para comenzar un estudio cultural debemos aplicar otra lógica, y ésta debe ser: (disculpen la pedantería, si así lo creen)  HERMENEÚTICA; o sea interpretativa; en donde debemos ir oteando, sintiendo no tanto lo ante-nuestros-ojos, que tan obnubilados y formateados están, sino lo oculto que está bajo escombros de prejuicios y dogmas de la cotidianeidad que nos acompaña a diario;  tratando de encontrar en las hendijas y grietas los signos y cifras que nos permitan cifrar o develar o que se hizo, hace y pretende hacer sobre el tema cultura. En esta búsqueda-pregunta podremos encontrar las perlas del coral y también los restos hundidos de un naufragio cargado de sensaciones románticas,  y todo ello nos permitirá comenzar a saber con certeza qué hacer en adelante. En su mayoría estas preguntas  y afirmaciones de este ensayo tienden a ello.
Por eso las preguntas, éstas y otras  preguntas hacen que uno piense y el pensar es un gran compañero para así poder comprender, y “la comprensión no tiene fin y por lo tanto no puede producir resultados definitivos; es el modo específicamente humano de vivir, ya que cada persona necesita reconciliarse con el mundo en que ha nacido como extranjero y en cuyo seno permanece siempre extraño a causa de su irreductible unicidad” Hannah Arent.

Creo que hay que plantearnos y debatir no solo estos interrogantes, sino muchos en cuanto a las políticas culturales públicas y tal vez algunas privadas (otro tema) que nos incumben a todos los ciudadanos y son $generadas$  en definitiva por nosotros y para nosotros, los miembros de la comunidad.  Creo que nunca se ha realizado algo por el estilo en profundidad en el ámbito de la cultura, que en definitiva nos muestra verdaderamente que somos como sociedad y lo que queremos a futuro. Los resultados nunca se definirán en un cuaderno, en una tabla o en este escrito, sino que se irá viendo día a día en los aconteceres cotidianos en cada uno de los que conformamos la comunidad democrática que elije qué tipo de cultura es la que tiene y la que quiere.

De lo expuesto hasta aquí, puede llevar a una mal interpretación de lo que quiero llegar a decir, como lo advertí anteriormente el tema de la cultura es muy complejo, y yo realmente no soy un “experto” en la temática, pero esto no es un impedimento en mi ni en ninguno; tengo y ejerzo mi libertad de pensar sobre temas que en definitiva me incumben e incumben a la sociedad; con sociedad englobo a todas las personas de esta comunidad de lo que soy parte, en la que nací y estoy por el momento, y que de alguna forma directa o indirectamente, para bien o mal en parte han hecho parte de mi Ser, de lo que soy. Tal vez se vea mi relato, como el deseo de un mundo triste, sin diversión, sin alegría, gris, sin entretenimiento ni espectáculos;  en donde la humana existencia pueda apaciguar las “penurias de la existencia” . Para nada quiero esa mal interpretación. Creo que en nuestra época y realidad cotidiana –situada-, se nos ofrecen, como nunca, tanta cantidad de formas de entretenimiento y diversión, desde lo público pero muchísimo más en lo privado (que no es tema de este escrito).  Aquí el tema que estoy tratando roza, toca y choca con las políticas culturales PÚBLICAS, repito.
Disculpen tal vez lo denso y extenso de mi comentario pero trato de no dejar “cabos sueltos” que lleven a malas interpretaciones.
Esas políticas culturales públicas, deben estudiarse, verse o analizarse separadas de las políticas o acciones culturales privadas, las dos por supuestos nacen de lo humano y tienden hacia lo humano. Lo único que las políticas culturales de lo público, como son administradas, financiadas, promocionadas, etc, etc, por el estado del que todos formamos parte, en donde existen leyes que obligan y responsabilizan a que estas políticas se lleven  a cabo, o sea deben afirmar y realzar las virtudes humanas  de sus ciudadanos; sus fines y medios tienen un principio completamente diferente al del privado. En lo privado también puede llevarse a cabo esto, y hay que estimular que ello ocurra, pero esa “privacidad” hablando en un estado democrático, por supuesto, lo deja en libertad total de realzar o empequeñecer las virtudes,  lo humano hasta los extremos. La cultura en lo privado no es regido por ley ni orden, no hay prioridad ni responsabilidad que obedecer, son expresiones culturales que reflejan nuestra libertad existencial, podría decirse que en este ámbito existe un liberalismo cultural…y esperemos que siempre exista.

El pensar sobre la cultura desde el detenimiento, la pausa,  sin tantos pre-juicios, con RESPONSABILIDAD; por parte de la población y más aún de los presentes o futuros funcionarios públicos;  es en principio un gran gesto que nos permitirá comenzar a advertir y descubrir valores, y realizando esos valores en forma responsable (junto a los provenientes de otras actividades-acción propias privadas y públicas) es donde creo que las personas que conforman una comunidad comenzarán a hacerse “buenos” o “malos” ciudadanos, aquí vemos que comienza a advertirse, una ética ciudadana. Algunos dirán que ésta es imposible, que nunca se va a lograr, que tiene un alto grado de idealidad; creo que eso no importa, ya que sabemos que la ética no trata de lo que “es”, del Ser (ontología), sino de lo que debería Ser y todavía no es. Pero en ese gesto o actitud ASUMIDA, de cuidado, entrega, ESCUCHA, preocupación, crítica constructiva de la cultura y las políticas culturales desarrolladas o proyectadas; en primer parte contestará varias preguntas planteadas, y en segundo lugar, que es lo más importante, determinará la cultura en la que estamos/estaremos inmersos, que es la brújula que nos indique el norte de la ruta que decidiremos emprender como sociedad.

Aníbal Covaleda
Ciudadano




(1) Marcuse, Herbert – “Cultura y Sociedad”

(2) Si en esta pregunta respondiste o pensaste la institución colegio, escuela y cualquiera de su plantel interno (maestros, profesores, etc), está bien. Esta aclaración la hago para que de aquí en adelante se excluya a dicho institución o plantel cuando responsamos o pensemos sobre cultura o políticas culturales, esto no por capricho propio, sino que la educación dentro de la institución colegio-escuela tiene su propia, valorable y ejemplar praxis cultural; a lo que tiendo es ver la cultura en la cotidianeidad ciudadana.

(3)Cuando se habla de política, aquí es en el sentido Aristotélico “zoon politikón” (animal político). Todos los seres humanos en sociedad somos políticos desde temprana edad hasta nuestra muerte. Cabe aclarar esto, para diferenciar lo que es política, que es muy diferente a funcionario político y a política partidista, políticas culturales y partido político…para no confundir.

(4) Políticas culturales: cuando hablo de políticas culturales me refiero  a la acción-asunto llevado a cabo a promocionado por la función publica.

(5)Con el espectáculo no pretendo endemoniar a este como el peor de los males culturales, por supuesto que no, siempre habrá y hay espectáculos para entretenernos y divertirnos; el problema está que este llegue en un momento a ser la base de la cultura…creo que allí estaremos en problemas….si ya no lo estamos.


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